Es un cautivante retrato íntimo sobre el autodescubrimiento y el despertar sexual. Cada escena está impregnada de una sensualidad que no es fácil de lograr en el cine.
Es también una cinta con mucho erotismo, con prolongadas escenas sexuales, que complementan bien esa mirada íntima, pero que le han valido una censura NC-17 a la cinta, lo que limita su distribución. Lamentable, porque es una obra de arte.
Blue is the Warmest Color, título en inglés de La vie d'Adele, se enfoca sobre todo en Adele (Adele Exarchopoulos) en plena adolescencia, en ese momento clave en que se toman decisiones sobre la identidad, los estudios, la carrera y también la sexualidad. Es allí cuando conoce a Emma (Léa Seydoux); la atracción mutua es evidente.
A partir de allí, prosigue un proceso de exploración, con la magia y la intensidad del primer amor, hasta la cotidianidad y, acaso, el distanciamiento que conlleva el añejamiento de esa relación, que abarca algunos años.
Abdellatif Kechiche, el director, explora todas las facetas de esta relación, no solo a nivel sexual sino también emocional.
Al cineasta le interesa lo que las une y también lo que las separa. Emma, con su círculo de amigos artistas, tiene muy claro lo que quiere, pero el arte es algo que la distancia de Adéle.
También se sugiere una diferencia en sus clases sociales. Muy reveladoras son dos escenas donde las jóvenes cenan con sus respectivos padres. Los padres intelectuales de Emma aceptan su sexualidad, mientras, en una comida posterior, Adéle presenta a su novia como su tutora de filosofía.
Emma es segura de sí misma, Adéle es todo lo contrario y su recorrido a lo largo del filme es mucho más duro.
Kechiche no necesita de música de fondo para subrayar los momentos, le bastan la intensidad de sus actrices y los diálogos que van dibujando sus personalidades. Y, mientras más intensos son esos momentos, los primeros planos, se convierten en primerísimos planos de bocas, labios, ojos...
Y esa sensualidad se expresa también en los pequeños momentos: comer, fumar, bailar...
La cinta arranca con una referencia al libro La Vida de Marianne, de Pierre de Mariveaux en una clase de literatura de Adéle. Los estudiantes leen sobre qué es lo que desea el personaje de Marianne en dicha novela. Sobre el final nuevamente hay un eco a esta escena, para entonces Adéle ha cambiado y su rostro, menos inquisidor que en su adolescencia, lo refleja.
Blue is the Warmest Color, la ganadora del Festival de Cannes en un jurado presidido por Steven Spielberg cumple con las expectativas que acarrea el peso del galardón más prestigioso del cine. Es sencillamente sublime.
Duración: 179 minutos
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