Irving -- Si hay algún problema en que los Cowboys forcen seis entregas de balón y anoten dos touchdowns defensivos para iniciar la temporada es éste: ¿cómo volverlo a hacer?
La defensa va a seguir siendo oportunista, pero es improbable que Kansas City vaya a ser tan complaciente como los Giants de Nueva York.
Jamaal Charles no es ningún David Wilson. Los Cowboys no pueden contar con que el destacado corredor de los Chiefs pierda dos balones como lo hizo su contraparte de los Giants.
El mariscal Alex Smith no va a avanzar 450 yardas como lo hizo Eli Manning hace apenas cinco días; pero tampoco es el tipo de mariscal que lance tres intercepciones. Se trata de un equipo de Kansas City que no entregó el balón al iniciar la temporada.
Así que volvemos a la pregunta: ¿Cómo pueden repetir su hazaña los Cowboys?
"Tratar de superar ese desempeño y mantener el nivel semana tras semana", dijo el ala defensiva DeMarcus Ware.
"No todos los días se logran entregas de balón como esas; digamos, no sacar un cero en cualquiera de esas categorías".
En los últimos años ha habido muchos ceros. En la pasada campaña los Cowboys tardaron seis semanas para forzar seis entregas de balón.
Pero los jugadores dieron un seductor vislumbre de que con Monte Kiffin podría estarles cambiando la suerte.
El coordinador defensivo y su personal pregonan la importancia de forzar entregas de balón y lo reasentaron con un ejercicio tras otro durante el receso de temporada y el campamento de prácticas.
"Un tacleo no es suficiente", dijo el esquinero Morris Claiborne, repitiendo la consigna. "Hay que quitarles el balón. Una captura no es suficiente; se necesita una captura de balón suelto".
Todo esto cobró sentido en el juego inicial de temporada de los Cowboys. No ocurrió así con otro principio fundamental: impedir las grandes jugadas.
La defensa de los Cowboys permitió ganancias de 70 y 75 yardas. Los Giants batieron a los Cowboys con cuatro jugadas desde 20 y 26 yardas.
Eso significa que Nueva York acumuló 218 yardas en ofensiva en solo seis jugadas.
No por nada el personal de entrenadores ha estado mencionando esas seis jugadas más que las seis entregas de balón en los días previos al partido con Kansas City.
"Cedimos grandes jugadas, y como dijo el entrenador (Jason) Garrett, esa es la receta para perder", dijo el linebacker Sean Lee.
"Es de lo que hablamos todo el tiempo. Entregas de balón, esfuerzo y no ceder grandes jugadas".
Los receptores de Nueva York socavaron la secundaria de los Cowboys con simples patrones segados. Dwayne Bowe y Donnie Avery de Kansas City están ansiosos por ver qué daño pueden infligir.
Claiborne dijo que la secundaria de los Cowboys tiene que hacer un mejor trabajo en exprimir a los receptores en la línea de golpeo.
Los Chiefs sin duda van a poner a prueba a Claiborne y a su hombro dislocado que le restringe el movimiento de su brazo izquierdo y lo obliga a usar un arnés.
"Van a ver si puedo trabajar con esto", dijo Claiborne, "si me puedo mover bien con el arnés".
"Tengo que estar listo para cuando suceda".
Kansas City representa un reto muy distinto. Ningún corredor corrió más de 23 yardas contra los Cowboys en la Semana 1.
Charles puede correr un trecho así en cualquier momento. Frenar a Charles y el juego terrestre es el primer paso para detener la ofensiva de los Chiefs.
Nadie espera que los Cowboys forcen seis entregas de balón contra los Chiefs, pero eso no significa que no lo intentarán.
COWBOYS EN ACCIÓN
Dallas en Kansas City
Domingo 12 p.m.
Kansas City
TV: CBS 5
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